I. Grupo de las Sierras Exteriores oscenses

Se presenta como un excelente lugar de hábitat porque posee cuevas, caza abundante y una altitud sobre el nivel del mar apropiada para favorecer un clima apto para la vida en época glaciar. Aquí se localiza el único núcleo claro de ocupación paleolítico superior, atestiguada en la espléndida cueva de Chaves (con Solutrense Final y Magdaleniense Medio-Superior) y en las pinturas de la Fuente del Trucho (Asque-Colungo), adscribibles por su estilo al período III de la clasificación de LEROI GOURHAN, es decir, Solutrense Final-Magdaleniense Inicial. Cabezas de caballos, manos y filas de puntos constituyen el tema principal representado en las paredes del abrigo, al que habría que añadir los grabados del santuario exterior sito en la boca del yacimiento. Seis buriles hallados en la superficie nos dan indicio de una ocupación en época paleolítico superior, aunque el sedimento conservado en su estratigrafía pertenece al período musteriense. En cuanto a la cueva del Forcón, al pie de la Peña Montañosa en Toledo de Lanata y, por tanto, en las Sierras Interiores, es dudosa la pertenencia de sus maccarroni (grabados hechos con la yema de los dedos) al Paleolítico Superior, dada la existencia de yacimiento neolítico en su estratigrafía.

A este núcleo de las Sierras Exteriores podrían asimilarse las dos magníficas piezas musterienses halladas por J. REY en la partida de La Rambla, en Grañén, aunque en este caso nos hallamos ya en la zona llana.

II. Grupo de la Baja Rigaborza/Litera

Su yacimiento principal se sitúa en la cueva de los Moros de Gabasa que ha entregado seis niveles musterienses con abundante y variada fauna de carnívoros y herbívoros. La cueva debió ser utilizada como lugar para despedazar la caza, a juzgar por los restos líticos y óseos allí encontrados. Es también destacable la existencia de restos humanos, los más antiguos de Aragón, los cuales se remontan a más de 45.000 años. Varios molares de mujeres y niños y una falange atestiguan la presencia del Hombre de Neanderthal en la cueva.

En el territorio de explotación de Gabasa se enmarca el yacimiento de superficie del Castelló de Plá, en Pilzán, ocupando una zona endorreica donde antiguamente pudo existir agua encharcada. También la cueva del Estrecho de Tragó, cubierta por el embalse de Santa Ana, pertenece a la época musteriense y pudo estar en relación con los dos yacimientos anteriores. Su situación en la línea divisoria de Aragón y Cataluña, en la orilla derecha del Noguera Ribagorzana, hace dudosa su adscripción al término oscense de Baldellou o al leridano de Os de Balaguer. En esta misma zona ha realizado sus hallazgos J. ROVIRA: un bifaz parcial amigdaloide en Regal de Pídola (Binéfar), una bonita protolimandenegra en Oriols (San Esteban de Litera) y algunas raederas y lascas en la Vispesa (Binéfar), La Montanera (Alcampel) y Serrat de Santas (Baldellou). Como puede verse en los tres primeros casos las piezas paleolíticas aparecieron en conocidos yacimientos de la Edad del Bronce y época ibérica.

III. El grupo de Monegros/Bajo Cinca

Es rico en yacimientos naturales de sílex que han sido explotados por gentes de muy diversas épocas, por lo que es difícil asignarles una cronología precisa. La mayor parte de los hallazgos (Fraga y Cardell-Valmateu en Candasnos) se deben a PITA MERCÉ mientras que los de Peñalba han sido localizados por J. L. MAYA, y el equipo de la D.G.A. encargado de las prospecciones arqueológicas en los regadíos de Monegros. Sólo el yacimiento de Cardell-Vallmateu tiene una cierta entidad, llevándonos a proponer una cronología paleolítico superior por la presencia de grandes y extraños buriles. M. A. TILO está realizando su Tesis de Licenciatura sobre este yacimiento.

IV. Grupo del Moncayo

Su mejor yacimiento es la Bardalera, conjunto musteriense sito a 900 m. de altitud en término de Litago al pie del Moncayo. De la misma época deben ser los hallazgos aislados de raederas en Trasmoz y Vera de Moncayo y quizá algo anteriores algunos bifaces del término de Borja (Arbolitas y Marreque) localizados por I. AGUILERA. Gran importancia tiene también el eje Pozuelo de Aragón-Rueda de Jalón, donde se han localizado yacimientos en el km. 11 de Pozuelo (núcleos levallois y discoides), en las Paretillas y en la Paridera de la Condesa de Rueda. Aquí pudo existir un magnífico poblado de época musteriense, a juzgar por sus condiciones de hábitat y la riqueza de sus materiales.

V. Núcleo del Jalón/Jiloca

Se trata de nuevo de una zona rica en materia prima, con enormes núcleos de sílex procedentes de la zona de Montón. Por ello es también difícil separar útiles paleolíticos de otros de la Edad del Bronce, aunque ARANDA Y GALINDO lo han intentado en sus publicaciones. Esta autora cita 8 hendedores (cuyo dibujo no publica) y 2 bifaces procedentes del Barranco de San Andrés, lo cual nos permitiría asignar una antigua cronología al yacimiento. Hemos recogido muy buenas raederas transversales de tipo Quina en las cercanías del cementerio de Montón y junto a la población de Fuentes de Jiloca donde MILDU Y MAZO han localizado un bello bifaz amigdaloide. Algunos hallazgos aislados de bifaces se han citado en término de Mara GIMENO Y MAZO, y Calatayud LÓPEZ SAMPEDRO. Con el grupo del Jalón podrían relacionarse dos bonitas raederas halladas por Peter CARL junto al Cerro de las Viñas en Santa Cruz de Nogueras, en los bordes de un antiguo encharcamiento de agua.

VI. Grupo del Bajo Aragón

Su más famoso yacimiento es el abrigo de la Eudoviges de Alacón, de época musteriense, aunque podría rastrearse también esta época en el abrigo del Pudial de Ladruñán y en el taller de sílex de los Pedreñales de Castelserás. En este lugar recogió BARDAVIU un bifaz nucleiforme, al cual habría que añadir el hallado en la partida de Cauvaca en Caspe y los cantos trabajados de Sástago (algunos de ellos de dudosa cronología paleolítica). El abrigo de los Toros de Cantavieja podría adscribirse también al grupo del Bajo Aragón, entregando varios niveles musterienses con escasas piezas y un nivel superior con hojitas de dorso, raspadores y algún buril, el cual tanto pediría ser clasificado en un paleolítico superior como en un epipaleolítico de facies microlaminar. Fuera de los seis grupos quedarían los antiguos hallazgos de bifaces en las terrazas de San Blas en Teruel, citados por OBERMAIER, o las piezas de tipología musteriense de la terraza media del Huerva en Cadrete, citados por B. SÁEZ en los años cincuenta.

BIBLIOGRAFÍA

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.MIR A. y ROVIRA, J. (1978): «El yacimiento de superficie de Castelló de Pla (Pilzán, Huesca)». Speleón 24, pp. 147-166 (puede verse también una reedición del mismo texto en Bolskan 2, Huesca, 1985).
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