ÍNDICE POR ÉPOCAS

EDAD CONTEMPORANEA

86. TENDENCIAS POLÍTICAS EN ARAGÓN DURANTE LA RESTAURACIÓN: LOS RESULTADOS ELECTORALES ENTRE 1875 Y 1823 · C. Frías y M. Serrano.

El objeto de este mapa es reflejar los resultados de las elecciones generales que tuvieron lugar durante la Restauración (1875-1923) en las tres provincias aragonesas. En el citado período histórico tuvieron lugar veintiún comicios generales, once de ellos convocados por gobiernos conservadores y diez por gobiernos liberales. De hecho se ha considerado tradicionalmente a la Restauración como una etapa caracterizada por el turno político, esto es, por la alternancia de gobiernos conservadores y liberales en el poder, desde el cual fabricaban sus mayorías parlamentarias. Esto requerfa la elaboración de un «encasillado» mediante el que se asignaba a cada candidato gubernamental un distrito por el que debía resultar elegido, respetando siempre un porcentaje de escaños por las minorías.

Partiendo de esta teoría, en cada distrito electoral debería darse un reparto proporcional en la filiación política de los diputados electos a lo largo del período, con una distribución prácticamente paritaria entre conservadores y liberales. La realidad, en cambio, distó mucho de ajustarse a este planteamiento teórico, puesto que no se produjo la citada alternancia, aún más, la «fabricación» del encasillado desde el poder resultó más dificultosa de lo que tradicionalmente se ha supuesto.

En el caso de Aragón, los porcentajes plasmados ilustran las dificultades que acabamos de señalar. Por un lado estaba la presencia de partidos situados al margen del sistema dinástico, en unos casos con una trayectoria política anterior (republicanos), y en otros como reflejo de las nuevas corrientes que el sistema no fue capaz de integrar (regionalistas, agrarios, socialcatólicos...).

De otra parte dentro de los propios partidos conservador y liberal tampoco se produjo un reparto de escaños que se adecuara a la idea del turno, al inclinarse algunos distritos de forma regular hacia una u otra opción política. Este es el caso de los distritos de Boltaña, Barbastro, Fraga, Huesca, Jaca, Sariñena, Caspe, Daroca, Belchite, Alcañiz, Montalbán y Mora, que sistemáticamente decantaron su voto hacia una formación política concreta, con independencia del partido que ocupara el poder en cada momento. Así, de un total de veintidós distritos para la comunidad aragonesa, doce rompieron el turno electoral en numerosas ocasiones.

Estas rupturas no se producían en todos los casos por los mismos motivos, pues en unos distritos aparecía ligada la orientación política a la presencia de un cacicato estable, mientras en otros la opción política se integraba en una trayectoria que había arrancado en fechas muy anteriores a la Restauración y que se proyectaría hasta la II República. Por ejemplo, en la provincia de Teruel la filiación conservadora en algunas zonas estaba vinculada a personajes o familias como los Santa Cruz en Teruel y Albarracín, o los Castel en Montalbán y Mora, mientras que en el caso de Huesca, Fraga, Sariñena y Barbastro, a pesar de contar también con cacicatos más o menos estables, manifestaron una inclinación liberal y demócrata que arrancaba del Sexenio, e incluso de la época de Isabel II, y tuvo continuidad en el voto de la II República.

Por supuesto existieron distritos que se manifestaron muy dóciles a las directrices gubernamentales, al menos en los primeros años del funcionamiento del sistema, y por ello ha llegado hasta nosotros la idea de que el régimen de alternancia funcionó de una forma perfecta. No obstante, incluso en estos casos se plasmó un progresivo deterioro del turno cuyas primeras manifestaciones podrían datarse en torno al cambio de siglo.

Así, un distrito como Valderrobres, con un reparto equilibrado de escaños sobre el total de los resultados, esconde tres comportamientos diferentes: una alternancia casi perfecta entre 1876 y 1898, seguida de un cacicato conservador estable entre 1899 y 1907, y de otro cacicato asímismo estable pero de filiación liberal entre 1910 y 1923. Parecidas características se dieron en el distrito de Benabarre, que se ajustó casi por completo al turno hasta 1903, para decantarse a partir de 1905 hacia la opción liberal, cambio que en Boltaña se había dado ya en 1903.

La vigencia de la alternancia perfecta hasta el final de la época tratada constituyó una verdadera excepción, como quedaría demostrada para el caso aragonés con el distrito deTeruel, el único en el que conservadores y liberales se sucedieron regularmente.

Otro aspecto en el que convendría profundizar sobre la información ofrecida en el mapa es el de aquellos distritos en los que la distribución de escaños por filiación política resulta engañosa en la medida en que refleja la existencia de algunas tendencias que el tiempo se encargó de unificar. Son los casos de Fraga, Huesca o Sariñena, en los cuales las fuerzas del republicanismo posibilista pasaron a integrarse dentro del partido liberal de Sagasta, asumiendo la dirección del mismo en la política provincial a partir de 1899.

A modo de conclusión, la información contenida en el mapa ilustra tipos diferentes de conductas políticas para las tres provincias aragonesas. En Huesca, la orientación del voto es predominantemente republicana y liberal en el último cuarto del siglo XIX y casi exclusivamente liberal en el primero del XX. Teruel, en cambio, manifiesta una tendencia creciente hacia el voto de carácter conservador, que se consolida definitivamente en la primera década del XX. Y por último, los distritos de Zaragoza se reparten entre ambas tendencias, al tiempo que surgen representantes de corrientes políticas que no tienen plasmación en los distritos de las otras dos provincias.

BIBLIOGRAFÍA

.ARTOLA, M. (1975): Partidos y programas políticos.1808-1936, 2 vol. Madrid.
.CASTELLS, L. (1987): Modernización y dinámica política en la sociedad guipuzcoana de la Restauración, 1876-1915. Madrid.
.DURÁN, J. A. (1980): Historia de caciques, bandos e ideologías en la Galicia no urbana (Rianxo 1910-1914). Madrid.
.FRÍAS CORREDOR, C. y TRISÁN CASALS, M. (l987): El caciquismo altoaragonés durante la Restauración. Elecciones y comportamiento político en la provincia de Huesca (1875-1914). Huesca.
.ROMERO SALVADOR, C. (1986): «Los comportamientos políticos». Historia de Castilla y León, tomo 9. Valladolid.
.SERRANO GARCÍA, M. (1989): La Restauración en Teruel (1875-1907). Tesis de Licenciatura. Zaragoza.
.TUSELL, J. (1978): Oligarquía y caciquismo en Andalucía, 1890-1923. Barcelona.
.VARELA ORTEGA, J. (1977): Los amigos políticos. Partidos, elecciones y caciquismo en la Restauración.1875-1900. Madrid.

Ampliar mapa

  2005 Instituto Fernando el Católico