ÍNDICE POR ÉPOCAS

ANTIGÜEDAD

17. VÍAS ROMANAS · M. A. Magallón Botaya. 1991.

Aragón ocupa un papel destacado en las comunicaciones de época romana, su posición en el cuadrante nororiental de la península Ibérica ha condicionado su desarrollo político y administrativo a lo largo de la Historia y en especial en el mundo romano. Gran parte de sus tierras son de inmediato y necesario control para proseguir hacia el interior (norte y oeste) la penetración y conquista de otros territorios peninsulares.

En la actualidad existe una metodología muy bien definida que permite reconstruir el trazado de las calzadas antiguas. El análisis de las fuentes antiguas tanto escritas como arqueológicas, la observación directa de los vestigios materiales y el empleo de la fotografía aérea son, entre otros, elementos imprescindibles para llegar a un conocimiento exacto de las calzadas romanas.

La mayor parte de los caminos conocidos convergen en Caesaraugusta, uno de los nudos de comunicaciones más relevantes de Hispania. Las vías De Italia in Hispanias y las de Asturica Terracone, Turiassone Caesaraugusta y Asturica per Cantabria Caesaraugusta forman una gran arteria que cruza el territorio de este a oeste, pasando por Mendiculeia (Monte de las Pueblas en Tamarite de Litera), Tolous (Cerro de la Alegría en Monzón), Caum (en las cercanías de Berbegal), Pertusa (Pertusa), Osca (Huesca), Bourtina (Almudévar), Gallicum (El Convento en San Mateo de Gállego), Caesaraugusta (Zaragoza), Allobone (Alagón) y Balsione (por la zona de Mallén). La ruta Caesaraugusta Beneharno permite enlazar a Caesaraugusta con las Galias a través del Summo Pyreneo (Puerto del Palo). Las vías entre Caesaraugusta Pompaelo, una directa y otra a través de Cara (Santacara. Navarra) enlazan la ciudad con Pompaelo y el otro paso transpirenaico (Ibañeta-Navarra). Son varias las vías procedentes del centro de la Meseta y Mérida que llegan a través del valle del Jalón, pasando por Arcobriga (Cerro Villar. Monreal de Ariza) Aquae Bilbilitanorum (Alhama de Aragón), Bilbilis, (Cerro Bámbola. Calatayud) y Nertobriga (Calatorao). Las comunicaciones con el Levante y la Meseta sur se hacen mediante la vía que se dirige hacia Laminio (La Alhambra. Ciudad Real) y las rutas que a partir del nudo de comunicaciones de Contrebia Belaisca (Botorrita) permiten, siguiendo por la margen derecha del Ebro, llegar a la costa tarraconense y levantina.

Junto al sistema de vías oficiales descritas en las fuentes antiguas y conocidas por los miliarios encontramos una serie de vías secundarias, en su mayor parte descubiertas por vestigios arqueológicos, y toda una tupida red de caminos que permiten ir enlazando las villae y los núcleos de población de menor entidad con las grandes rutas. Destacamos la Vía transpirenaica por Jaca, la del Cinca entre Fraga y Labitolosa (La Puebla de Castro. Huesca) la Vía de La Canal de Berdún que sigue el curso del río Aragón, la Vía entre Allobone y Nertobriga a través del Jalón, etc.

En el mundo romano republicano la red viaria del valle medio del Ebro se articula en un primer momento en torno a la ciudad de llerda, a esta ciudad llegan las rutas procedentes de la costa, Barcino y Tarraco, y desde la misma parten las que se dirigen hacia Osca y el sudoeste siguiendo el curso del río Cinca (miliario de Q. Fabio Labeo hallado en Torrente fechado hacia el 110 a. de C.). La fundación de la colonia Celsa (44 a. de C.) y la construcción en sus inmediaciones del puente citado por Estrabón induce a pensar en un proceso de organización de calzadas al servicio de la colonia. Además, desde Celsa se puede acceder hacia el interior de las tierras turolenses a través de los valles de la margen derecha del río Ebro y siguiendo su curso en dirección noroeste hasta Salduie (Zaragoza). Esta calzada que se denominó: VIA AVGVSTA, según los miliarios (4-5 a. de C.) de Augusto que se han hallado sobre la misma, perdió gran parte de su valor al fundarse Caesaraugusta.

En el imperio la organización del sistema de calzadas gira en torno a la colonia Caesaraugustana fundada hacia el año 19 a. de C. Por esta colonia pasan 9 de las 32 rutas principales que describen los itinerarios antiguos para Hispania y además su puente sobre el Ebro es paso obligado para acceder hacia la costa en dirección a Tarraco. La colonia romana aglutina en su entorno una serie de caminos y mansiones distribuidos de forma radial que la ponen en relación con el resto de Hispania y con todo el conventus del que era capital. Conocemos por los miliarios -inscripciones que se encuentran sobre las calzadas en las que se indican el constructor de la vía, y, a veces el punto de origen y final de la misma- los momentos en los que se fueron construyendo y reparando las calzadas. Augusto, dio un gran impulso a la red de calzadas potenciando el gran eje de comunicaciones que discurre por el Valle Medio del Ebro, al norte del río, entre Ilerda (Lérida)Osca (Huesca) Caesaraugusta (Zaragoza). Al mismo tiempo las legiones fundadoras de Caesaraugusta participaron en la construcción de la calzada entre esta colonia y Pompaelo (Pamplona) a través de la comarca de las Cinco Villas. Tiberio (22-37 d. de C.) construye igualmente sobre la vía entre Caesaraugusta y Pompaelo, trazando, según nos confirman los miliarios, el ramal hacia Cara (Santacara. Navarra). Otros datos aseguran su intervención sobre la calzada que se dirige hacia Asturica (Astorga) a través de la Meseta norte. La dinastía Julio-Claudia nos ha dejado miliarios en la vía entre llerda y Osca. A finales del siglo I, Domiciano repara la vieja calzada entre Emerita y Caesaraugusta, que discurre por el valle del Jalón, pasando por Nertobriga y Bibilis. Del mismo modo los miliarios procedentes de Complutum (Alcalá de Henares) y Augustobriga (Agreda. Soria) hablan de las actividades llevadas a cabo por Trajano sobre estas rutas. Adriano completa las reparaciones, conociéndose varios miliarios de este emperador en la vía Caesaraugusta-Pompaelo y otras que discurrén aprovechando el curso del río Aragón.

En el Bajo imperio encontramos una nueva fase en la que, a tenor de los miliarios conservados, parece que asistimos a un momentos de gran dinamismo en la reparación de calzadas, aunque la mayor parte de los miliarios de esta época tengan carácter honorífico y no se corresponden con reparaciones efectivas. Esta fase tiene sus máximos exponentes sobre las calzadas entre Caesaraugusta y Pompaelo, la de Caesaragusta, Osca, Ilerda, y la gran ruta transpirenaica entre Caesaraugusta y Beneharno.

BIBLIOGRAFIA

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