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CUANDO ARAGÓN NO ERA ARAGÓN: INTRODUCCIÓN

Permítaseme comenzar este libro con el adorno de pluma ajena, porque cuanto me interesa decir en este instante está escrito en otras ocasiones y por autores diversos. He elegido, no obstante, el fragmento que transcribo porque, en muy pocas palabras, recoge la idea esencial de cuando Aragón no era Aragón:

«Todos sabemos cómo Aragón es una lenta creación cultural ­y sobre todo jurídico-política­ que acaece sustancialmente en la Edad Media. Nada anterior a eso (ni los neandertales de Alacón, ni los pintores rupestres de Albarracín, ni los "campaniformes" de Borja o de Belchite, ni los indoeuropeos de un poco por todas partes) es "aragonés". Tampoco lo es a mi juicio, ni poco ni mucho, Marcial. Ni Braulio, ni Tajón. Son lejanísimas raíces con las que ocasionalmente hay que contar pero que estructuralmente no explican nada.

»Tampoco son específicamente aragonesas las características heredadas de la romanización; o, a menos, no está hoy en condiciones la ciencia histórica de hallar continuidades peculiares entre las tierras del "Convento Jurídico Caesaraugustano" actualmente aragonesas y ese complejo ser colectivo (que incluye diversas formaciones socio-económicas) que será el Aragón creado sobre todo por la fusión cristiano-pirenaica y musulmana. Exceptuando la pervivencia de las redes de comunicación y de las grandes líneas del regadío romano, el resto de las supervivencias, tal y como hoy nos es dado verlas, o bien pertenecen a la categoría de los hechos elementales o bien no son rastreables científicamente».

(Tomado de Guillermo Fatás, "La Antigüedad", en «Los aragoneses». Colección Fundamentos, 57. Madrid, Ediciones Istmo, 1977, págs. 67-69).

Teniendo en cuenta que el contenido de esta obra va dirigido fundamentalmente a escolares, a través de sus profesores, nada más claro para aquéllos que ilustrar gráficamente cuanto se acaba de transcribir literalmente. En este caso repetiré palabras propias, entresacadas de un libro que aparecerá pronto, esperemos.

«El nombre de Aragón y los contenidos de todo tipo que tal denominación encierran son relativamente modernos. Nacen y se desarrollan a partir de la Edad Media, tras la invasión musulmana. Es decir, Aragón como tal sólo tiene una vida de unos doce siglos, mientras que la presencia humana en las tierras que se llamarán así se remonta, por ahora, a unos cien mil años. Dicho de una manera gráfica: si pusiéramos de pie ciento una fichas de dominó, sólo una, aproximadamente, la última, correspondería a la historia de Aragón. No obstante, nuestra región es más vieja, históricamente hablando, que otras muchas regiones o nacionalidades hispanas.

»Las cien fichas de dominó restantes corresponden a unos pueblos y culturas que no podemos denominar aragoneses, aunque vivieran en tierras que luego coincidirían con Aragón. Nos referimos a ellos como antecesores que, de alguna manera, han influido en nuestro pueblo. De esas cien fichas, noventa y nueve, aproximadamente, corresponden al período que se ha dado en llamar Prehistoria, caracterizado por el desconocimiento de la escritura».

Los mapas siguientes tratan de conectar al interesado por las cosas de su tierra, de una manera muy sintética y gráfica, con algunas de sus raíces.