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95. EXPANSIÓN DEL ARTE MUDÉJAR

El "mudéjar" es la manera de entender el arte de las gentes del llano ibérico, y su reparto geográfico coincide fundamentalmente con las zonas en las que estuvieron asentados los mudéjares [v. mapa 87] aragoneses, sus principales artífices, si bien lo pudieron interpretar asimismo algunos alarifes cristianos. Se trata de un concepto artístico nuevo, diferente del europeo que originó el románico [v. mapa 94] y el gótico [v. mapa 96], pero distinto de lo islámico a la vez. El arte mudéjar es, en definitiva, el fruto de una manera de ser distinta, de una actitud social.

Hasta la aparición de estudios bien recientes, se estimaba que el arte mudéjar se manifiesta tan sólo en la decoración y se caracteriza por la utilización del yeso, la madera, el tapial y el ladrillo. Los nuevos estudios admiten su aspecto decorativo y el empleo de tales materiales, pero van más allá, puesto que han demostrado que también presenta caracteres estructurales arquitectónicos propios aunque, en la mayor parte de los casos, el arquitecto mudéjar asimiló los logros de los constructores cristianos.

Debido quizás a la utilización de las antiguas mezquitas como iglesias y tal vez debido a los destrozos producidos por la guerra castellano-aragonesa de mediados del siglo XIV [v. mapa 65], han sido pocos los restos de arquitectura mudéjar hallados en Aragón de los siglos XII, XIII y primera mitad del XIV. El período más rico en restos va desde la segunda mitad del siglo XIV hasta el XVI, con abundantes influencias en el arte barroco.

Raro es el pueblo de las tierras llanas del Ebro que no esté orgulloso de la torre mudéjar de su iglesia, o de la iglesia entera. Ladrillo, mosaicos y azulejos con sus elementos más destacados a simple vista, como en Alagón, Tauste, Utebo, Magallón, Ateca, Herrera, Calatayud, Muniesa, etc., destacando los conjuntos mudéjares de Daroca y Teruel, entre los que hallamos los ejemplos más antiguos.