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Si el "románico" es, como todos los estilos artísticos, una moda, la manera de expresarse durante un período determinado, esa moda no fue, ni mucho menos, propia de los musulmanes aragoneses, sino de los cristianos. De entrada, por lo tanto, quedó limitado al mundo cristiano. El marco geográfico del románico aragonés se limita, fundamentalmente al norte de la línea que, de Este a Oeste, va desde la Litera a las Cinco Villas, aunque no faltan ejemplos aislados al sur de ella. No obstante, más que razones cronológicas, la línea de separación es geográfica y social.
El Ebro supuso no sólo una barrera militar y física, sino también psicológica, de modo que la repoblación de las tierras llanas al sur del Ebro dio origen a una mentalidad nueva, que chocó con la que utilizó el románico para expresarse. En el nuevo espacio del Sur, tan distinto, el pueblo se expresó mediante el "mudéjar" [v. mapa 95].
a) La arquitectura románica aragonesa, atendiendo sobre todo a los materiales de construcción y a la decoración, presenta varias fases:
b) De la escultura románica, inexistente en el primer románico, sobresalen el grupo jaqués, Sos, Alquézar, San Juan de la Peña, San Pedro el Viejo de Huesca o Santiago de Agüero. Como sepulcros, el de doña Sancha (siglo XI), hoy en las Benedictinas de Jaca, y el de San Ramón (1170). Y una variada serie de tallas de la Virgen, distribuidas por múltiples pueblos, muchos incluso al sur del Ebro.
c) De la pintura tenemos muestras tanto mural como en tabla, aunque se han perdido muchas obras por causas diversas.