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83. MATERIAS PRIMAS Y ESPECIAS (baja Edad Media)

Aparte la minería [v. mapa 84], las materias primas aragonesas se basaron esencialmente en las textiles de origen animal (lana y seda), de origen vegetal (algodón, lino y cáñamo) o en las especias.

a) Las materias textiles de origen animal tuvieron una importancia muy desigual. Basada en el cultivo de la morera, la seda se produjo en Aragón en época medieval, circunscrita a una zona muy concreta, pero su transformación textil no tuvo nunca relevancia, por lo que se tuvieron que importar los tejidos de seda.

La importancia de la cabaña lanar aragonesa bajomedieval se basó en dos hechos: en el creciente poder de las organizaciones gremiales y en los privilegios concedidos por el rey a los ganaderos. En Aragón no existió una magna organización como la "mesta" castellana, pero sí hubo agrupaciones locales o comarcales, con nombres distintos y con fuerza económica y social importante: "ligallos" (Teruel, Calatayud, etc.), "mesta" (Albarracín), "cofradías de pastores" (Letux) o "casas de ganaderos" (Ejea, Tauste o Zaragoza), descollando la de Zaragoza. Casi todas las "collidas" detectaron el comercio lanero [v. mapas 73 y 86].

Las disputas entre agricultores y ganaderos fueron constantes, siendo especialmente conflictivas las protagonizadas por la cabaña zaragozana con motivo de las tierras situadas a ambas márgenes del Ebro.

Todavía quedan hoy vestigios y curiosas servidumbres de paso de las antiguas veredas seguidas por los ganados trashumantes entre la montaña y el llano, y viceversa.

La transformación artesanal de la lana presentó caracteres domésticos más que una concentración "industrial" [v. mapa 85].

b) Las materias textiles de origen vegetal se concretaron en el algodón, el lino y el cáñamo.

  • El algodón, muy necesitado de agua, suelos profundos y elementos nitrogenados, apenas si se cultivó en Aragón.

  • El lino fue la fibra básica de la civilización occidental durante la Edad Media, si bien en Aragón, por su exigencia de clima húmedo y cierta riqueza de suelo, se vio limitado geográficamente, notándose su ausencia entre los productos exportados [v. mapa 86].

  • El cáñamo, necesitado de menor humedad y calores más fuertes que el lino, tuvo dedicadas grandes áreas de cultivo, convirtiéndose en el cultivo textil doméstico por antonomasia, aunque en dura competencia con los rebaños de ovejas.

    Las mejores fibras eran destinadas a la hilatura y tejido del vestido común de los aragoneses hasta época bien reciente, en tanto que las fibras más bastas dieron origen a la cordelería y atalajes de las bestias.

    e) Entre las especias principales (utilizadas tanto para conservar los alimentos como para condimentarlos o elaborar medicamentos) se encuentran el azafrán y el anís.

    El azafrán es un cultivo de tradición musulmana, lo cual tal vez explique la importancia que tuvo en Aragón [v. mapa 87]. El anís es un cultivo de secano y su representación cartográfica es casi imposible dada su dispersión y las variedades existentes. Las demás especias, como muestran los aranceles aduaneros y los registros de las "collidas", tuvieron que ser importadas en su totalidad, puesto que su uso era imprescindible para la conservación de los alimentos.