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64. EL CONDADO DE RIBAGORZA DESDE 1322

Las dudas sobre el carácter aragonés o catalán de Ribagorza no son nuevas, puesto que datan de la misma Edad Media. Algunos historiadores catalanes, valiéndose generalmente de textos catalanes, a veces interesados, e ignorando testimonios coetáneos auténticos han dado pie a reivindicaciones absurdas, recogidas algunas de ellas en mapas bien recientes.

Para que no haya duda, vamos a abordar el problema después de entrar en vigor los testamentos de Jaime I, tantas veces aireados por tales estudiosos como argumento y arranque de la catalanidad ribagorzana:

  • En 1283, por ejemplo, existen varios testimonios de lo contrario, como la queja de los ribagorzanos al rey Pedro III de que se les obligaba a pagar bovage "seyendo Ribagorea del regno de Aragon, non deviendo aquel pagar", ganando el pleito.

  • En 1301, en las Cortes de Zaragoza, Jaime II certificaba el entronque aragonés de Ribagorza, resolución que protestaron los catalanes en las Cortes de Barcelona (1305). El monarca, antes de finalizar el año, tras pedir informes, confirmó definitivamente que Ribagorza era parte integrante de Aragón, fijando la frontera en los límites actuales.

  • En 1322, por último, Jaime II de nuevo creaba el "condado de Ribagorza" para donárselo a su hijo Pedro. En el documento de constitución se describían los límites del condado que, no obstante, no constituía una unidad cerrada, puesto que dentro de su perímetro existían tierras y localidades que jurídicamente pertenecían a otros dueños, destacando las posesiones del obispado de Lérida y de los monasterios aragoneses de San Victorián y Alaón [v. mapa 70]. En el mapa se recogen aquellas localidades y sus términos que, además de estar dentro de los límites del nuevo condado, pertenecían jurídicamente desde entonces a su titular.

    Esta reivindicación catalana no es la única, puesto que existen otras, como en el caso de Fraga. Ante tal disparidad de opiniones, permitamos que hablen los testimonios coetáneos y auténticos, pero todos, no una parte sólo o fragmentos aislados.