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46. LA TAIFA ZARAGOZANA DE AL-MUQTADIR (1046-1082)

Ya se ha indicado como una de las constantes en la vida y desarrollo de la taifa de Sarakusta (= Zaragoza) fue su inestabilidad fronteriza [v. mapa 44]. Un ejemplo de ello nos lo proporciona el padre y antecesor de al-Muqtadir, Sulaymán, quien antes de morir repartió la taifa, una de las más amplias e importantes de todo al-Andalus, entre sus hijos Admad al-Muqtadir (Zaragoza), Yusuf (Lérida), Sulaimán (Calatayud) y Muhammad (Tudela).

Amad al-Muqtadir (1046-1082), por el contrario, logró rehacer el patrimonio de Sulaymán por eliminación de sus hermanos y, mediante la conquista armada, dominó varias taifas limítrofes. Al reino de Zaragoza -tan amplio como para incluir en él a poblaciones como Arnedo, Tudela, Soria, Calatayud, Huesca y Zaragoza- anexionó las taifas de Tortosa, Denia y Lérida, sometiendo a vasallaje a la de Valencia. Su "imperio" abarcaba desde la actual provincia de Logroño a la de Alicante.

Temeroso del recién nacido reino de Aragón, será aliado casi permanente del rey pamplonés y del Cid, convirtiéndose este último en huésped casi permanente de la Aljafería, obra del propio al-Muqtadir.

Sarakusta se convirtió en esta época en refugio de aventureros y desterrados de los demás reinos cristianos y musulmanes, pero también en reducto de sabios, literatos, alfaquíes y poetas, que harían de la Aljafería una de las cortes más distinguidas de la Europa del momento.

La costumbre cristiana del reparto territorial arraigó entre los musulmanes, de modo que el "imperio" de al-Muqtadir murió prácticamente con él.