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41. LA OBRA ARAGONESA DE SANCHO III EL MAYOR DE NAVARRA (1004-1035)

Se padecen todavía los efectos de la incursión depredadora de Almanzor al condado aragonés (999-1000) y se está produciendo la de Abd al-Malik (1006) a Sobrarbe y Ribagorza [v. mapa 39], cuando acaba de subir al trono pamplonés Sancho III el Mayor, cuyo significado acabamos de ver [v. mapa 40]. Si para el bloque cristiano peninsular la obra de Sancho III fue importante, para el presente y el futuro de los tres condados pirenaicos aragoneses es vital. Su gobierno coincide con el deterioro del Califato cordobés, imparable tras la muerte de Almanzor (1002).

Rey de Pamplona, Sancho III domina en Aragón y Sobrarbe y, entre 1017 y 1025, ocupa Ribagorza, tierras que con él participarán del proceso europeizador iniciado por el monarca. Desde el doble punto de vista militar y político, y desde la perspectiva aragonesa, dos hechos van a resultar vitales: la creación, por primera vez, de una auténtica línea defensiva y las consecuencias de la aplicación de su testamento:

  • Desde el punto de vista reconquistador, la obra del rey pamplonés fue prácticamente nula. Su grandeza se basa en la consolidación de una línea fronteriza defensiva, lograda mediante la construcción o remodelación de una serie de fortalezas custodias de los pasos fluviales más importantes, como complemento de los accidentes montañosos. Frente a cada fortaleza musulmana (Ejea, Ayerbe, Alquézar, Barbastro, Graus, El Grado, etc.), Sancho III opondrá, de Oeste a Este, una o dos cristianas, como las de Peña, Sos, Luesia, Biel, Agüero, Murillo, Loarre, Nocito Secorún, Buil, Samitier, Monclús o Perarrúa, entre otras. Esta obra, más efectiva que efectivista, asegurará el interior de los tres condados.

  • Por otra parte, de acuerdo con el Derecho pamplonés, Sancho III transmitió el reino patrimonial, Pamplona, a su hijo primogénito García. Castilla, en régimen condal y supeditada Pamplona, a Fernando I. Gonzalo recibió tierras en Aragón, pero fundamentalmente en Sobrarbe y Ribagorza, donde actuó como conde. Por último, Ramiro, primogénito, pero hijo natural, recibió tierras en Castilla, Navarra y, sobre todo, en Aragón, territorio en el que, en realidad, actuó como conde [v. mapa 42]. Aragón, Sobrarbe y Ribagorza se separaban de Pamplona.