ÍNDICE POR ÉPOCAS

EDAD MODERNA

80. LA PESTE EN ARAGÓN 1648-1654 · J. Maiso González.

La peste en Aragón de 1648 a 1654 forma parte de la epidemia que, procedente de Africa, se inicia en Valencia en junio de 1647 y se extiende por los reinos de la Corona de Aragón, así como por Murcia y Andalucía.

Muy pronto, en 1648, penetró desde Valencia por la parte sur del reino de Aragón afectando a varias poblaciones dispersas de la actual provincia de Teruel: Sarrión, Mora de Rubielos, Albalate del Arzobispo, Monforte de Moyuela, Collados y Bea.

En los años 1649 y 1650 la peste se reduce a algunas poblaciones del Bajo Aragón próximas a la frontera con Valencia y Cataluña, siendo todavía un fenómeno marginal y fronterizo: Alcañiz, Valdealgorfa, La Codoñera, Calanda, y sobre todo Berge, Los Olmos y Cañizar del Olivar.

En 1651 se produce el avance del ejército de Felipe IV por Cataluña, afectada por la peste; la intensa comunicación de soldados, prisioneros, intendencia, etc., entre Aragón y Cataluña provocó la extensión de la epidemia a lo largo del Ebro hasta la proximidades de Zaragoza y por el norte hasta la ciudad de Huesca como su límite más septentrional: Maella, Caspe, Alcubierre, Leciñena, Peñaflor, Huesca, Lupiñén, Alcalá de Gurrea, Las Pedrosas y Villafranca de Ebro.

En 1652 la peste penetra aguas arriba del Ebro hasta su parte más occidental -Pina de Ebro, Puebla de Alfindén, Zaragoza, Alagón, Borja y Ainzón-; también ataca alguna población al sur del Ebro, como Muel y Cuarte. Pero además de cebarse en toda la línea del río Ebro se extiende a numerosos lugares comprendidos entre el Ebro y el Pirineo: Tamarite de Litera, Albelda, Almunia de San Juan, Salinas de Hoz, Alcalá de Cinca, Belver, Pertusa, Piracés, Sangarrén, Almudévar, Senés, Poleñino, Lanaja, Monegrillo, Perdiguera, Zuera, Luesia y Uncastillo, alcanzando incluso poblaciones pirenaicas como Biescas y Bielsa. En 1653 se mantiene en la misma zona desbordándose por algunas poblaciones del Pirineo. En el sur reincide con más mortandad en Borja y Ainzón; se ceba en Calcena y afecta a Alberite, Mesones, La Torrecilla, Manchones y Cascante.

Al norte del Ebro: Peñalba, Candasnos, Lastanosa, Alberuela de Tubo, Barbastro, Labata, Igries, Lierta, Ortilla, Ejea de los Caballeros, Luesia y Lobera. En el Pirineo: Jaca, Yosa, Pueyo, Lanuza, Sallent, Panticosa, Otal, Liniés o Linás, Torla, Broto, Gistaín, Serveto, Plan, San Juan, Foradada, Campo, Benasque y Cerler.

En 1654 se mantiene en algunas poblaciones del Pirineo: Alquézar, Pintano, Undués-Pintano, Banaguás, Tramacastilla, Boltaña y reincide en Jaca donde asola a su población.

En conjunto, se puede decir que la peste persiste durante tres años en la misma zona, aunque repita pocas voces la misma población. Así en el Bajo Aragón se mantiene en 1649, 1650 y 1651. Entre el Ebro y el Pirineo en 1651,1652 y 1653. En el Pirineo en 1652, 1653 y 1654. De los tres años el central suele abarcar una zona más extensa y ataca con mayor intensidad.

La irregularidad es la nota más destacada de esta peste. A unas poblaciones perdona y a otras no, sin que se pueda establecer regla alguna. Entre los núcleos alcanzados por el contagio unos sufrieron ligeras pérdidas, otros padecieron verdaderas catástrofes demográficas (Zaragoza de un 20 a un 25% de su población, Calcena con el 40% y Jaca con el 42,5% ); en ambas categorías se encuentran ciudades importantes y pequeños pueblos, lugares de la llanura y del alto Pirineo.

BIBLlOGRAFÍA

.BEÇON, J. B. (1655): Breve tratado de la peste y fiebre pestilente. Zaragoza.
.ESTICHE, J. (1655): Tratado de ln peste de Zaragoza en el año 1652. Pamplona.
.MAISO GONZÁLEZ, J. (1982): La peste aragonesa de 1648 a 1654. Zaragoza.
.ZUBIRI VIDAL, F. (1960): «La peste del año 1652 en Zaragoza». Archivo de Estudios médicos aragoneses, 8-9, pp. 243-263. Zaragoza.

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