Sólo una parte de los hallazgos procede de excavaciones
arqueológicas. Su ubicación aislada e imprecisa y en ocasiones
incluso dudosa, dificulta en gran medida una interpretación de conjunto
de los restos que se conocen. Los yacimiento que destacan, por las
investigaciones llevadas a cabo en ellos, son los de la cueva de Sarsa de
Surta, las necrópolis de Secá, Alto de la Barrilla
(Cuarte) y la Varella-Castellar (Codo). En lo que se refiere a
secuencias estratigráficas las más importantes son las
recuperadas en Zaragoza.
De entre los restos muebles conocidos sobresalen de manera especial los objetos
metálicos; no obstante, estos hallazgos no son muy frecuentes.
Objetos metálicos
Se aprecia una notable descompensación entre los elementos del siglo VI
y los del siglo VII-principios del VIII, que se manifiesta a favor de los
fechados en la última centuria.
De la primera mitad del siglo VI destaca la tumba de Secá
(Torrente de Cinca, Huesca) que proporcionó un broche de celdillas,
una fíbula de puente curvo y pie largo, un anillo de plata, que
probablemente contenga una inscripción y tres cuentas de pasta
vítrea amarilla. De este momento es también el broche, de las
mismas características, que procede de Apiés (Huesca) y la
fíbula aquiliforme encontrada en Zaragoza.
De pleno siglo VII-principios del VIII interesan los broches de
cinturón, que es el grupo mayormente representado, elaborados en bronce,
de forma liriforme o arriñonada, decorados en temas figurativos
geométricos y/o vegetales. Están fabricados en la
Península y tienen una fuerte influencia mediterráneobizantina
surgida gracias a la actividad comercial que se genera en este siglo.
Otros hallazgos son anillos, pendientes de aro de bronce con pequeñas
cuentas de vidrio, plaquitas de bronce y jarros litúrgicos.
Hallazgos numismáticos
Los hallazgos monetales han sido poco frecuentes y gran parte de ellos carentes
de contexto estratigráfico. Acuñaciones de numerario visigodo se
han encontrado en Luceni (Zaragoza), Sarsa de Surta y Cenarbe (Huesca). Lo
más novedoso es el reciente descubrimiento realizado en la calle
Santiago de Zaragoza.
Un tremis bárbaro de fecha anterior al año 575
parece que remite a un hallazgo antiguo de Zaragoza capital. Una moneda
bizantina, del siglo VI, de la colección Domínguez de Calatayud,
probablemente viene de esa comarca.
Un depósito de dieciséis monedas de bronce (AE 2) acuñadas
por Valentiniano, Teodosio, Arcadio y Honorio, son de un nivel de
habitación, con indicios de un abandono precipitado, que se
excavó en el solar situado entre las calles Gavín y Sepulcro de
Zaragoza. La fecha de su extravío hay que situarla hacia fines del siglo
V o principios del VI.
Las cerámicas
Es, sin lugar a dudas, el material más frecuente. De manera especial
destaca la denominada cerámica gris hispano-visigoda. Sus
características son muy peculiares. Predominan las formas de ollas u
orzas de forma globular, con bocas exvasadas, cuello corto con carena suave y
borde rematado en labios con tendencia redondeada, algunas piezas disponen de
un asa que parte de la boca, el fondo es plano. Las pasta suelen ser oscuras,
en una gama de colores que van desde el gris clarocemento al gris negro-humo.
Las superficies son por lo general de gran tosquedad, señalando la
utilización de tornos lentos con acabado a mano, la superficie exterior
presenta signos de haber sido alisada con escobilla o esponja de fibras
vegetales, seguramente esparto, en un intento de mejorar su aspecto.
Esta clase de cerámica es típica en todos los asentamientos de
los siglos VI a principios del VIII. Sus antecedentes hay que buscarlos en
Europa central y zona del Danubio.
De importancia excepcional son las importaciones de cerámica
norteafricana y <<sigillata>> gálica tardía gris
(incorrectamente denomina paleocristiana) que se prolonga desde fines del siglo
V hasta el VII, su localización se limita exclusivamente a
Cesaracosta.
Del primer período, fines del siglo V y siglo VI, destacan las
formas africanas 87B, 91C, 97, 99B, 103B y 104C.
También están presentes las lucernas africanas del tipo IIB de
decoradas en el disco con grandes cruces gemmadas o
representaciones de animales. Al siglo VII sólo corresponde la forma
105.
La <<sigillata>> gálica tardía gris está
localizada en el nivel de habitación de las calles Gavín y
Sepulcro en las formas <<Rigoir>> 1, 3 y 18.
Por lo que respecta a la <<sigillata>> hispánica
tardía se puede afirmar que se estaría usando todavía
después del año 472, como se evidencia en el nivel de
habitación anteriormente aludido.
Las ánforas africanas documentadas en Zaragoza atestiguan el
mantenimiento de relaciones comerciales, desde la costa mediterránea Al
valle medio del Ebro, en el transcurso del siglo VI.
Otros restos
Los recipientes de vidrio son relativamente frecuentes, destacan los
encontrados en Zaragoza capital y en Sarsa de Surta, sus formas son vasos y
copas. Especial atención merecen las botellitas de la necrópolis
del Alto de la Barrilla y del Cuatrón de la Pesquera
(Alerre).
Por último, destacar por su interés y rareza los fragmentos de
tejido encontrados en la tumba IV de la necrópolis del Alto de la
Barnlla, donde apareció un niño amortajado con un sudario. El
tejido parece corresponder a lino, mostrando los hilos una torsión
uniforme en z.
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