Martín Bernat está documentado en la ciudad de Zaragoza entre 1450 y 1505, año de su testamento y posible defunción. Su intensa actividad como pintor de retablos y decoraciones varias se desarrolla en las tres provincias aragonesas, siendo uno de los más importantes representantes de la corriente pictórica hispano-flamenca documentados en Aragón en el último tercio del siglo XV y principios del XVI. Su selecto círculo de amistades estaba integrado por destacados artistas de su generación, entre ellos el darocense Gil Morlanes el Viejo, el impresor de Constanza Pablo Hurus y los pintores Miguel Jiménez y Bartolomé Bermejo, el último de los cuales habría sido quien le transmitió los secretos de la técnica y el estilo de los grandes artistas de origen flamenco. El presente estudio nos permite conocer no sólo la trayectoria y obra del pintor, sino también aspectos de la sociedad zaragozana en la que se sitúa durante este período. Se incluye asimismo el estudio artístico de la obra pictórica que no ha llegado hasta nosotros o cuyo paradero se desconoce y el de aquella otra que, por su análisis estético y técnico, debe atribuirse al taller de Martín Bernat.