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Zaragoza, 1917-1936: de la movilización popular y obrera a la reacción conservadora

Portada de la publicación
Autor:
Bueno Madurga, Jesús Ignacio
Edición:
Editado por: IFC
Edición: 370 p., 1 il., 2 mapas, 13x21 cm, ISBN 84-7820-526-8
Año edición: 2000
Nº Publicación
2069
Precio:
12,00 €
Materias:
Resumen: El autor ofrece un detallado análisis de la dinámica socio-política zaragozana en el período de entreguerras, entre 1917 y 1936. Para ello se parte del estudio de las transformaciones económicas y sociales generadas por la industrialización y la urbanización de la ciudad, en las primeras décadas del siglo. Como consecuencia de esas transformaciones, no sólo cambió el aspecto exterior de la ciudad, que se llenó de nuevas fábricas, barriadas malolientes e insalubres, lujosos edificios y avenidas, también se modificaron las relaciones entre clases, debido a la aparición de nuevos grupos sociales, como la clase obrera y la nueva clase media, y al ahondamiento de las diferencias entre ricos y pobres. El explosivo e inestable marco socio-político generado por esos cambios es estudiado en la segunda parte del libro (caps. 3, 4 y 5). El resultado fue la cristalización de una gravísima crisis política en esos años. Esa crisis política era en esencia una crisis de representación y de hegemonía de las viejas elites políticas y sociales, agudizadas ambas por el creciente peso político y social de las clases bajas. Las elites respondieron a los diversos proyectos presentados por los representantes políticos (los republicanos) y sociales (socialistas y cenetistas) de las clases bajas, desarrollando una estrategia conservadora en diferentes terrenos de la sociedad civil (político, benéfico-asistencial, asociativo), cuyo fin último era asegurar la pervivencia de las instituciones esenciales del mundo burgués decimonónico (la escuela religiosa, el papel social de la religión, el poder político de las elites, el concepto de propiedad, etcétera). El fracaso de esta estrategia y la desconfianza creciente respecto a la capacidad de las instituciones para estabilizar a la sociedad, provocaron, al final, el desplazamiento de las bases sociales conservadoras hacia posiciones políticas de extrema derecha, partidarias del advenimiento de una dictadura militar, de carácter temporal, para acabar violentamente con la democracia republicana y con la protesta obrera.