En la Comunidad Autónoma de Aragón se han llevado a cabo grandes proyectos y obras que permiten transformar en regadío importantes zonas de secano, mediante la regulación, transporte y distribución de los caudales fluyentes por los ríos que recorren esta región. Pero también existen otros regadíos de menor extensión, así como posibilidades de mejorar las dotaciones de viejos regadíos en aquellas zonas donde los caudales fluyentes por los ríos no pueden llegar de forma natural, o donde en periodos de verano tales caudales son insignificantes. Estos regadíos son los que utilizan o pueden utilizar el agua subterránea que se almacena en los acuíferos repartidos por Aragón. Las aguas subterráneas pueden resolver a corto plazo y con muy poca inversión problemas de falta de agua para regadío y otros usos en núcleos rurales donde no se dispone de aguas superficiales.