La administración de rentas señoriales en concurso por los acreedores censualistas -"censalistas"- de la nobleza laica es un fenómeno característico de la temprana Edad Moderna en el Reino de Aragón. Se propagaría sin desmayo a partir del momento en que la exacción campesina de sus dominios fue insuficiente para hacer frente a las obligaciones crediticias de los señores. La decisiva y masiva irrupción del capital mercantil y del capital usuario en el ámbito señorial generaría profundas innovaciones. Los pensionistas o censualistas se hicieron cargo de la colecta, depósito, comercialización y reparto de las rentas señoriales a través de numerosísimos convenios o "concordias". En 1610 serían expelidos del Reino de Aragón más de 60.000 moriscos, siervos en gran número de la nobleza laica. Su expulsión provocaría la insolvencia generalizada de los señores y la actuación institucional de la monarquía para propiciar el concierto entre la nobleza y los acreedores. Para entonces, la intervención de estos últimos en la administración de las rentas de los primeros tenía ya carácter secular.