El sino de Odón de Buen, hombre limpio, generoso y benemérito, fue idéntico al de otros muchos españoles y aragoneses de idéntico noble perfil. Fue sabio verdadero, empeñado en ejercer como ciudadano y como patriota, y tan cosmopolita y universal como su competencia y vocación científicas lo exigían. El saber buscado, valioso por sí, sólo alcanza plenitud y justificación completa si se pone al servicio de todos. Muchos científicos de la valía de Odón se sintieron obligados a contribuir por todos los medios a su alcance al progreso del conjunto, a través de la difusión de postulados racionalistas, de ciencia positiva, doblados con una vocación alfabetizadora y dignificadora de las clases menesterosas y de un denodado espíritu de servicio a la causa de la libertad del ser humano y la justicia social. El presente libro recoge una antología de discursos editada en Buenos Aires a la que quiso llamar "Síntesis de una vida política y científica". El activo defensor de los ideales republicanos y democráticos no desmintió jamás sus preferencias ni tuvo empacho o falso pudor en anteponer la política a la ciencia a la hora de hacer su último balance.